Una mañana se me pegaron las sábanas, pero tenia ganas de patear por la montaña, así que pensé en algo cerca y de fácil acceso, así que me preparé algo de comida en la mochila, puse en marcha el motor de mi viejo compañero y sin salir del pueblo, tome la pista que otras veces he recorrido andando para dirigirme a Peñacorada, quitándome toda la parte mas monótona del camino y subir al primer pico de la peña, que por ser el mas cercano y el de menos altura, siempre queda un tanto olvidado.
Subí con el coche lo mas alto que pude, allí lo dejé a la sombra de los pinos y empecé a patear por la ladera que llega hasta el collado de Redimora, la pendiente es de esas que sin tener mucha dificultad es de las que te hacen sudar.
Al coronar el collado se llega a un valle cerrado que llaman el Hoyo, con los bosques de pinos del primer pico a la derecha y el pico Corbero al frente
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Desde el collado de Redimora |
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Me dirijo hacia el bosque por el que me adentro buscando la forma mas fácil de llegar a la cima, por el camino me encuentro un recotal de robellones, cosa que me llama la atención, ya que apenas han caído cuatro gotas en todo el mes de agosto y septiembre, cuando todo contento los corto con la navaja, me doy cuenta que los gusanos habían llegado antes que yo, por lo que un tanto frustrado los dejo donde estaban y sigo mi camino hasta salir del bosque y alcanzar la parte rocosa del pico.
Una vez por la cresta del pico voy siguiendo un pequeño sendero, desviándome un poco a la derecha encuentro una especie de deposito natural formado por las rocas, es como los valles que se encuentran en el cordal de la peña en miniatura, no tiene una salida para el agua de lluvia.
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Cresteando por la cima |
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Un poco mas adelante no puedo dejar de mirar hacia el norte, por mas que veo los picos que se alzan sobre Ocejo de la Peña, no me canso de mirarlos y fotografiarlos.
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Mirando al norte |
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Unos minutos mas tarde y siguiendo por la cresta, un sendero muy cómodo y agradable para caminar con vistas, por el sur a la planicie y por el norte a las montañas, llego al mojón que indica el punto mas alto del pico, en realidad la cima es un lugar bastante plano en el que salen algunos peñascos que son los que marcan la cota mas alta.
Desde ahí se pueden contemplar los tres picos del macizo
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Los 3 picos de Peñacorada |
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Tenia ganas de fotografiar Cistierna desde el pico, pero desde la cima no se ve, así que seguí un poco mas en dirección oeste y perdiendo un poco de altura hasta llegar a un punto donde queda a la vista Cistierna
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Cistierna y Sabero |
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Me quedo un rato disfrutando de las vistas, del silencio, del ligero viento fresco que hace que hace agradecer el calor del sol, a lo lejos sobre la meseta se ve unas nubes que parecen descargar algo de lluvia y el viento se hace un poco mas fuerte, por lo que decido bajar un poco, para encontrar un lugar protegido del viento para dar cuenta de las viandas que llevo en la mochila.
Atravesando el bosque encuentro el lugar que buscaba, protegido del viento y donde el señor sol, mantiene una temperatura muy agradable, así que me siento a comer y disfrutar del paisaje y del silencio roto solamente por el trino de algún pájaro y el sonido de algún cencerro lejano de las vacas y caballos que pastan por el valle.
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Un rincón en el pinar |
Bajando por el pinar voy a salir por otro punto del valle de donde había subido y voy recorriendo el fondo del valle, lo que me lleva a encontrar la razón por lo que este valle recibe el nombre del Hoyo, es como un embudo natural, que termina en un agujero, por el que imagino que ha de salir el agua en los deshielos.alimentando las fuentes que manan en las laderas de la peña
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Valle El Hoyo |
Ahí encuentro el hoyo propiamente dicho
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El Hoyo |
Viendo la superficie del deposito de agua que es el valle no llego a imaginar como han de ser los interiores de la peña para que el agua llegue hasta las distintas fuentes que se encuentran en sus laderas y pueblos de los alrededores.
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Pico Corbero desde el hoyo |
En la bajada con eso que es mas descansado que subir, uno se va fijando en cosas que en la subida apenas te das cuenta y es el color de las hayas, van tomando el color amarillo rojizo del otoño, me encantan los colores del otoño
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las hayas se visten de otoño |
Ya por fin llego donde me espera mi viejo compañero, ha sido una pateada muy agradable y placentera.
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Collado de los Ratones |
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Antes de subir al coche voy a llenar la cantimplora y ¡Sorpresa! otro recotal de robellones o niscalos, tanto me da como se llamen, pero estos están sin relleno de carne, así que navajazo y a la mochila.
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Robellones o Niscalos según quien los encuentre |
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No son muchos, pero dan para una tapa con una birra ¡¡Salud!!
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