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domingo, 25 de septiembre de 2011

Peñacorada por la ruta clasica

En la montaña hay un dicho que dice que empieces a subir como un viejo si quieres llegar a la cima como un joven, esto me viene a la mente por que precisamente esta ruta comienza justo delante de la residencia de ancianos de Cistierna

Aparcamiento de la residencia
Por aquí tomamos el sendero que discurre sobre el cauce del reguero de Aguasalio en medio de los pinos que pueblan la ladera de la peña

Pinar de Aguasalio
Siguiendo el sendero un poco mas arriba se encuentra la cueva de la nevera, un pozo donde antiguamente iba la gente del pueblo a buscar hielo para las antiguas neveras, de ahí su nombre, tambien en tiempos cuando no había tantas captaciones de agua por la zona, se formaba una cascada que ahora solo cae agua en contadas ocasiones, después de que haya habido alguna lluvia muy fuerte

Cascada de la cueva de la Nevera
El sendero nos lleva hasta la pista que por en medio del pinar nos llevara hasta el collado de los ratones por encima del hayedo

La pista
Quizás sea la parte mas monótona de la subida ya que trascurre en medio del pinar sin apenas tener una vista mas allá de pinos y mas pinos y sin ninguna dificultad
Ya a pocos metros de la collada hay una fuente con abrevadero para el ganado que aprovecho para llenar la cantimplora, echar un trago de agua fresca, hacer la foto y todo esto como excusa para descansar un poco.

Fuente de la Collada de los Ratones
Ya unos metros mas arriba se llega a la collada y se abre el valle de Fuentes a nuestros pies

Valle de Fuentes de Peñacorada


El viento fresco que sopla en la collada se agradece en la cara y seca el sudor de la primera pendiente un tanto durilla que de otra forma me haría sudar a la gota gorda, pero llevo el polar puesto y todavía no sobra

Primer Pico de Peñacorada
Ya tras la pendiente llego al cordal del macizo, detrás ha quedado el primer pico que queda justo sobre Cistierna, a partir de aquí el camino es para disfrutar, ya que trascurre por medio de pequeños valles ondulándose, arriba y abajo para dar un agradable paseo con increíbles vistas


2º pico (Pico Corbero)
Por aquí llego a la altura del pico Corbero, el 2º en altura de la peña, con una ascensión bastante fácil por laderas de pastos

Cima del Corbero
Desde la cima, al oeste tenemos el tercer pico, el punto mas alto de la peña, un pequeño descanso y desciendo para continuar camino hacia él


Pico Corbero y Pico de Peñacorada
Desde el valle tengo a la vista los dos picos, con los pastos un tanto agostados por el sol y la falta de lluvia, el sol ya empieza a calentar pero el vientecillo fresco que sopla, hace mas llevadero el camino


Estos son mis dominios
Siguiendo por el cordal tengo a la vista todos picos y colladas por donde suelo dar mis paseos, el valle de Sta Maria, la collada Genciana, el Moro, la Rionda, el collado de Argovejo, el Cerroso, collada de Trapa, Peña Verde, Los Castros, el Campriondo, me entretengo señalándolos como si de un examen se tratara

Pico de Peñacorada
Ya solo queda delante el tercer pico, aproximando con el zoon, puedo ver el mojón que marca la cima

Pico de Peñacorada
Otro valle mas y ya alcanzare la ladera, me llama la atención que algunos de estos valles no tienen salida, por lo que pienso que cuando en invierno se llenan de nieve, la única salida que tienen para el agua del deshielo es filtrándose por el fondo, así no es de extrañar la cantidad de fuentes que hay por los alrededores de la peña.

Un último esfuerzo
Tras pasar por un estrecho sendero por la ladera norte llego al pie del último pico, la pendiente se pone empinada y ademas es todo guijarros sueltos lo que dificulta un tanto la ascensión, pero poco a poco voy acercándome a la meta, aquí ya ni el vientecillo es capaz de sofocar el sudor, así que me quito el polar que hasta este momento no me había estorbado lo mas mínimo.

Cima de Peñacorada
Y por fin la cima, es la segunda vez que llego hasta ella, pero la sensación es tan agradable, el sol, el viento, el silencio y los horizontes tan diferentes, por un lado como un mar en el que las montañas fueran sus olas, por el otro la extensa meseta que parece no tener fin

La meseta



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sábado, 17 de septiembre de 2011

Vuelvo al pantano de Riaño

Amaneció un día soleado en Cistierna, así que tras un ligero desayuno de frutas, arranco el coche y me dirijo hacia Riaño, a recorrer la pista que vi ayer, a ver si como pienso, me acerca hasta el Gilbo.
Según voy llegando a la presa veo que están las nubes metidas en el pantano, y el tramo de carretera que bordea el pantano tengo que hacerlo con las luces encendidas por la niebla, por fin llego hasta el puente, dejo el coche aparcado y empiezo a caminar entre la niebla.
Desde este lado no se ve el final del puente

Puente de Riaño


Siguiendo la pista viendo como el pantano a descarnado las laderas inundadas, no quedando ni rastro de los pastos que por allí había

Cantos rodados y barro seco
A pesar de todo la vida se abre camino

Lepiotas entre las piedras
El sol empieza a calentar la niebla y el ambiente empieza a parecerse al de una sauna, la humedad es extrema y empieza a sentirse el calor, la niebla se va levantando poco a poco y la vista del pantano empieza a ensancharse

pantano de Riaño
Al estar el agua tan baja, lo que cuando el nivel es mas alto es una isla ahora es una península árida con apenas cuatro hierbajos en su parte mas alta, esto me permite adentrarme en el pantano para tener una perspectiva que de otra forma no tendría

pantano de Riaño


Al disiparse la niebla es como si la naturaleza levantara el telón para que comience el espectáculo y los protagonistas empiezan a salir de entre bambalinas.
Decido esperar a que la niebla desaparezca, ya que el lugar es espectacular y ademas con mesas para poder almorzar cómodamente y una fuente, aunque ya se sabe, al lado de una fuente de agua fresca y cristalina no hay nada mejor que un buen trago de vino.

Las Viescas
Mientras por el sur la niebla va desapareciendo hacia el norte todavía persiste el pueblo de Riaño continua envuelto entre nubes

Pantano de Riaño

 El sol empieza a lucir en todo su esplendor y las aguas del pantano se convierten en un espejo donde se miran los picos que lo rodean.

Cueto Cabrón y el Gilbo

Reflejos desde Las Viescas


Cueto Nubloso y Yordas

Panorámica desde Las Viescas

Después de mas de una hora entre hacer fotografías y almorzar, pienso que ya a pocos sitios voy a subir, pero me animo a subir al menos hasta la collada, tomo una pista que se adentra en el hayedo del Canal Moro

Cueto Cabrón 

En un claro entre las hayas se deja ver el Cueto Cabrón, en los árboles los hayucos están casi a punto para recoger


Hayucos

El sendero transcurre en medio de viejas hayas, algunas con retorcidas formas y cientos de años sobre sus raíces 

Hayedo del Canal Moro

 Conforme el sendero asciende entre medio de las hayas la pendiente se va haciendo mas empinada, hasta dejar atrás el bosque, entonces la vista desde la collada recompensa el esfuerzo

Canal Moro

Hacia un lado el Yordas presidiendo el entorno del pantano

El Gilbo

Por otro lado el Gilbo que ya casi se puede tocar con la mano, aunque realmente aun queda un buen tramo hasta llegar a él 


Desde la ladera del Gilbo
Quiero subir un poco mas para divisar todo el panorama de montañas y bosques de hayas de los alrededores
Desde Canal Moro
 Veo que las nubes siguen estando sobre tierras asturianas, mientras aquí el sol ya calienta con fuerza

El Yordas
 Vuelvo a descender por el canal Moro y me detengo a hacer las ultimas fotos del Yordas que se muestra majestuoso sobre el resto de montañas y sobre el pantano
Hayedo de canal Moro
Una ultima mirada al hayedo y desciendo directamente al lugar donde deje el coche, me quedo con la espina de no haber llegado a arriba, pero habiendo disfrutado de una mañana plena y con los ojos llenos de un paisaje encantador.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Regreso a ninguna parte

La otra tarde me anime a ir al puerto de San Glorio para hacer algunas fotos y al pasar por el pantano de Riaño, me llamó la atención ver el puente de Pedrosa del Rey, debido al bajo nivel que presentan las aguas del embalse, así que sin pensarlo dos veces me salí de la carretera en el primer camino que encontré, para volver a pisar lo que hace unos años eran las calles de un bonito pueblo de montaña, rodeado de prados verdes.
Lo primero que me encuentro es un recuerdo conmemorativo de la salvajada que se llevo a cabo en estos valles.


Cementerio de Pedrosa del Rey

Una vez pasado lo que fuera el cementerio me dirijo hacia el puente, pasando por entre lo que fueron sus casas derribadas por las excavadoras y de las que solo quedan cantos rodados en medio de los lodos



Ruinas de Pedrosa del Rey
El puente a pesar de llevar varias décadas sufriendo los avatares de las aguas aún esta en buen uso y cuando el nivel del agua lo permite ahorra unos cuantos km para tomar la carretera hacia el valle del Cea



Puente de Pedrosa del Rey

Pero por suerte la naturaleza no deja de sorprenderme y a pesar de que haya gente que se empeñe en destruir, resurge cual ave fenix sacando belleza de la destrucción



El pantano desde lo que fue Pedrosa
 AL marchar echo la vista atrás y donde había un pueblin encantador ahora es ninguna parte

Ruinas de Pedrosa del Rey
 Dejando atrás el pantano subo unos km mas arriba hasta el puerto de San Glorio, mas concretamente al collado de Llesba.
Como es normal no puede faltar la típica y tópica foto del monumento al oso

Monumento al oso 
Y como no un vistazo a los Picos de Europa

Collado de Llesba 
Y echando la vista al sur, una imagen que puede cambiar en un futuro, ya que sobre esas laderas está en proyecto la estación de esquí de San Glorio

Peña Prieta 
Una vez echas las fotos de rigor, vuelta para Cistierna, pero iba a tener una sorpresa, al pasar por el puente de Riaño me fijo que estaba saliendo la luna y ademas luna llena, esa oprtunidad no se puede dejar pasar, así que frenazo, cámara en ristre y a disparar



Luna llena sobre el pantano de Riaño 
Ya se hace de noche así que para casa, pero me fije en una pista que tengo ganas de seguir para llegar al Gilbo, así que mañana vuelvo por aquí