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jueves, 18 de noviembre de 2010

Añorando la montaña

Aquí perdido en la gran urbe, no hago mas que mirar las fotos de esas montañas en las que tuve la suerte de pasar unos meses y que tanto añoro al salir a la calle y no ver otra cosa que edificios y edificios y para poder ver un cachito de cielo, casi me tengo que desnucar mirando hacia arriba, por no hablar del horizonte, a no mas de 15 m.
Mirando las fotos recuerdo una tarde siguiendo la pista que va de Ocejo de la Peña a Ferreras del Puerto, al llegar a la collada de Ferreras la vista es un espectáculo.

Collada de Ferreras

Allí encontramos a unas mujeres del pueblo que nos indicaron que siguiendo por una pista que salia a la derecha podíamos llegar a la Mata de Monteagudo, y no lo pensé dos veces, así que tire hacia la Mata, ya que esta iba hacia arriba bordeando el Campriondo
Ganando altura, a nuestra vista el Cerroso y la Rionda  van cerrando el horizonte

Pico Cerroso y Peña Rionda
Según remontamos por la pista, podemos ver Ferreras al fondo del valle y como no, dominando la vista hacia el este, el majestuoso Espigüete en la montaña palentina.

Ferreras del Puerto
Continuando camino hacia La Mata me encuentro un cruce y sin dudar en vez de seguir hacia abajo que es por donde se va a La Mata, tomo el caminos que sigue hacia arriba, quiero saber hasta donde llega, al poco otro cruce y vuelvo a tomar la misma decisión, siempre hacia arriba y ¡sorpresa! llego a una collada al lado mismo de la cima del Campriondo, desde aquí la ascensión hasta la cima es un paseo y las vistas al atardecer un gozo para los ojos.

Atardecer sobre el valle de Sabero
Es ya tarde para la ascensión en poco rato oscurecerá, así que vuelta atrás y tomo dirección a La Mata y de ahí hacia Cistierna

Collada de La Mata de Monteagudo
Unos días mas tarde me viene de capricho ir a almorzar a la cima del Campriondo, así que monto en el viejo Patrol y tiramos hacia Ocejo y de ahí hasta la collada donde había estado unos días atrás.
La mañana invitaba a patear por los montes.

ladera del Campriondo
 Siguiendo una pequeña senda por entre las rocas que tapan la cima, llego hasta la que es la verdadera ladera de la cima, dando vista hacia las cumbres que dominan la zona

El Moro, la Rioda, el Cerroso y el Campriondo

Viendo lo que me queda a la vista, me encamino hacia el cordal, aquí ya no hay sendero pero no hay perdida, la subida es bastante suave hasta el cordal y al llegar a la cresta se amplia el horizonte y las vistas son un regalo

panorámica desde el cordal del Campriondo
Sigo subiendo hacia la cima y la ladera no es tan suave como parecía en un principio, desde donde estoy me me da la impresión de estar viendo la pirámide de Keops desde la base

el Campriondo

No hay que pensarselo, así que sigo ascendiendo entre las rocas, a pesar de que el sol aprieta de lo lindo, gracias al ligero vientecillo que sopla en el cordal, no se nota mucho calor, cosa que se agradece mientras voy ascendiendo poco a poco.
Ya a pocos metros de la cumbre la visión de toda la montaña con la cima en medio es toda una recompensa

cumbre del Campriondo
 La cima parece una atalaya, teniendo unas vistas preciosas de los picos y valles que lo rodean

Peñacorada y Castillón de Fuentes

Ocejo de la Peña con Pico Moro, Peña Rionda y Pico Cerroso

Peña Los Castros y Picos de Europa al fondo

Ante semejante panorama me dije es el momento oportuno de dar cuenta de lo que llevo en la mochila, hay que ver que bueno sabe todo en estos lugares.
Ya con el estomago lleno me dedique a hacer alguna que otra foto.
La Peña Los Castros  vista desde arriba parece tal que un castillo

Peña Los Castros

Los Picos de Europa siempre espectaculares

Macizo Central de los Picos de Europa

 Mirando hacia el oriente en la montaña palentina, siempre dominando el paisaje el Espigüete

El Espigüete
Hacia el sur algo mas modesto, se alza el Castillón de Fuentes

Castillón de Fuentes

Ya solo queda recoger la mochila y bajar hasta el coche,

Cima del Campriondo

 al bajar decidí bajar por otra pista a ver donde iba a parar y mira por donde me llevo directamente a Ocejo, por medio de hayedos y barrancos, la pista se las trae, no hice ninguna foto estaba demasiado ocupado con el volante ;)



sábado, 13 de noviembre de 2010

Las elucubraciones de Mayo

 Correo recibido de Bicing

Visita S.S. Benet XVI

AVISO IMPORTANTE
A raíz de la visita del Papa Benedicto XVI, entre las 15:00h del día 6 de noviembre y las 20:00h del día 7 de noviembre, se producirán diversas alteraciones viarias en la ciudad de Barcelona. Por este motivo, durante este tiempo estarán cerradas las estaciones de Bicing siguientes:
•    Nº 36: Avenida de la Catedral, 6
•    Nº 242: Ramon Albó, 13
•    Nº 18: Calle de Rosselló, 412-414
•    Nº 19: Calle de Rosselló, 354
•    Nº 22: Calle de Sardenya, 296
•    Nº 120: Calle de Lepanto, 278 / Mallorca
•    Nº 370: Calle de Sardenya, 324
•    Nº 24: Calle de la Marina, 185
•    Nº 34: Calle de Sant Pere, 4
•    Nº 360: Calle de Bailèn, 62
•    Nº 368: Calle de la Diputació, 350
•    Nº 369: Calle del Consell de Cent, 513
•    Nº 412: Plaza d’Urquinaona (illeta)
•    Nº 413: Calle de Bruc, 66
•    Nº 105: Plaza d’Urquinaona
•    Nº 15: Calle de Girona, 75-77
•    Nº 23: Calle de Bruc, 45 / Gran Via de les Corts Catalanes
•    Nº 20: Calle de la Indústria, 157
•    Nº 21: Calle de Sant Antoni Maria Claret, 214 


Rogamos que disculpen las molestias que esta alteración del servicio pueda ocasionar.

Pues si que tiene miedo a reunirse con Dios

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Un comentario recogido de la página de el Diario de León sobre esta noticia

 

Los hosteleros leoneses calculan que la Ley del Tabaco destruirá 300 empleos

 

AQUI NADA MAS IMPORTA EL DINERO LA SALUD LES DA IGUAL.

En eso estamos de acuerdo, pero no solo aquí, en USA, en Francia, Italia y en la mayoría de los países llamados "civilizados" o del "primer mundo"

SI VAS A UNA CAFETIRA A TOMAR UN CAFE Y LLEVAS UN NIÑO NO PODEMOS ENTRAR PORQUE AQUELLO PARAECE QUE VAMOS AHUMAR LOS CHORIZOS. y CUANDO LLEGAS A CASA LA ROPA NI TE CUENTO Y LOS PULMONES QUE LES IMPORTA A ELLOS.

¿No piensa que es mejor llevar a un niño al parque, al campo, o la montaña, que a una cafetería? ¿Que pasa que ahí se está mas a gusto cotilleando, que paseando entre árboles con el niño? ¡Ayss!

 SOLO DINERO DINERO........ 

Y sin el dinero ¿como se puede ir a una cafetería a pasar el rato? 

 EN ESPAÑA SIEMPRE SEREMOS ESPCIALES EN LOS DEMAS PAISES LO HICIERON Y NO PASO NADA . ESO PASA EN LOS PARQUES LAS MADRES TIRAN LAS COLILLASS Y LOS NIÑOS LAS COGEN ESO ES STA MEJOR .

Marranas y marranos los hay en todos sitios, no hace falta ser español, ni especial

Lo que me queda claro es una cosa, que si siempre ha de prevalecer las ideas de unos sobre los otros, no llegaremos nunca a buen fin ¿no seria mejor la convivencia? y que haya lugares para fumadores y otros para los que solo desean aire puro, aunque eso si, en una cafetería 

Con la cantidad de aire puro que respiro por la montaña, nunca se me ha ocurrido ir a un bar o a una cafetería a buscar aire limpio.

¿Seré un bicho raro?

 

sábado, 16 de octubre de 2010

Con un ser vivo de 2000 años, mes arriba, mes abajo

Después de haber localizado el tejo de Aleje, empece a leer cosas sobre estos árboles, encontrando algunas cosas curiosas.
Los pueblos celtas veneraban al tejo dado que formaba parte de algunos de sus rituales al ser considerado un árbol sagrado, probablemente debido a la extraordinaria longevidad de la planta, que la hace parecer inmortal.
Según la tradición céltica en la Cornisa Cantábrica los novios ofrecían a sus parejas una rama de tejo. También durante la Noche de San Juan era asimismo usual que los mozos depositaran estas mismas ramas en las ventanas o puertas de la casa de sus pretendidas, mientras ellas les tiraban bayas de este mismo árbol.
 En Irlanda tienen el romance de Naoise y Deirdre, que cuenta la historia de dos amantes desdichados. Hasta la muerte quisieron manternerlos separados y clavaron sus cadáveres con estacas de tejo. Pero las estacas arraigaron y los dos árboles espléndidos pudieron abrazarse al fin para siempre sobre la catedral de Armagh.
Según los ingleses es el ser vivo mas longevo que existe.
Sobre este tejo que nos ocupa en particular, alguna persona mayor de Aleje me ha contado que también hace ya unos cuantos años tenían la costumbre de subir los mozos a recoger ramas del tejo para ofrecérselas a sus novias.
Y como no, también su leyenda de tesoro, esta leyenda parece que no es en el único sitio que existe.
La leyenda en cuestión dice -Entre Argovejo y el tejo, hay un pellejo de toro, repleto de monedas de oro- por supuesto que hasta ahora, nadie ha encontrado el dichoso pellejo.

Así que después de leer todas estas cosas aún me entraron mas ganas de ir a ver el tejo de cerca, no siempre se tiene a mano el poder estar junto a un ser vivo de 2000 años, venerado por unos y legendario.
Sin pensarlo mas aprovechando que ya paso la borrasca y que el día no amenazaba lluvia, me dirigí por Ocejo de la Peña siguiendo la pista que lleva al valle de Pico Moro, hasta la misma base de la Peña Rionda, el collado de Argovejo

Ladera de Peña Rionda con el Pico Cerroso al fondo
Comenzamos a subir por la ladera de la peña hacia el paso que queda entre esta y el Moro, el viento soplaba no muy fuerte, pero de un gélido que cortaba el cutis. Pero entre la ascensión, el sol que algo calentaba y conforme nos íbamos metiendo mas hacia la cara sur que quedábamos resguardados del viento, empezaba a sobrar ropa de abrigo.
El valle tras las lluvias de los últimos días estaba mucho mas verde que cuando había subido en agosto.

Valle de Pico Moro

  Nos íbamos acercando al collado por el que teníamos pensado pasar al lado en que se encuentra el tejo y desde abajo parecía que no era tanto el desnivel, pero al echar la vista hacia abajo nos dimos cuenta que la subida era considerable desde donde habíamos dejado el coche.

Collado de Argovejo
Ya en el collado damos vista hacia el llano leones, teniendo en primer termino el pueblo de Sabero


la collada
A nuestra izquierda queda Pico Moro


Paredes de Pico Moro
Y a la derecha, Peña Rionda


Peña Rionda

Comenzamos el descenso por la cara oeste, por este lado no sopla nada de viento, pero a la sombra el fresco se deja notar, así que no nos detenemos mucho a contemplar el paisaje.
Al poco de ir perdiendo altura, en cuanto rodeamos un poco la peña, allí aparece nuestro objetivo, el tejo milenario.


Tejo de Borbonejo
Como un imán nos va atrayendo, estamos a punto de tocar 2000 años de vida, algo legendario, algo que fue sagrado en la antigüedad. Imagino a los druidas celtas acercándose a él para recoger sus bayas, para producir brebajes y pócimas.
Según vamos llegando junto a él, nos damos cuenta de su grandeza, desde lejos parece mas pequeño, ya que no es extraordinariamente alto, pero de cerca sus intrincadas raíces que parecen estrangular las rocas, son impresionantes.


Raíces del Tejo
Ahí nos quedamos un buen rato, contemplándolo, tocando sus ramas y sus hojas, debajo de sus ramas da la impresión de haber entrado en una cueva, su espesura no deja pasar los rayos del sol, no soy muy bueno calculando estas cosas, pero la circunferencia de su copa, ha de alcanzar al menos unos 10 metros de diámetro y llama la atención la redondez de su copa, parece que haya sido podada para darle esa forma tan redondeada.

Junto al Tejo



Una vez contemplado, tocado, fotografiado, etc, etc, nos surgió una duda ¿y ahora por donde subimos? y como siempre apetece mas seguir camino que volver para atrás, decidimos darle la vuelta a la Rionda, así que seguimos rodeándola hasta tener enfrente el Roscas


Pico Roscas
Entre medio de los dos picos hay una valleja por la que podemos subir pegados a las paredes de la Rionda


Pared norte de Peña Rionda
Subimos pegados a la pared, pero por lo empinado del terreno da la impresión que estábamos subiendo por una pared, es de esos que a cada paso te dan ganas de contemplar el paisaje y con la excusa de -mira que bonito-, descansas y recuperas resuello.
Por fin alcanzamos la collada, esta vez se agradece un poco de aire fresco que refresca nuestras caras, desde arriba miramos a un lado la ladera del Roscas


Ladera sur del Roscas
Y al otro el puerto Tejedo con el Pico Cerroso


Puerto Tejedo
La visión por este lado es espectacular, continuamos por la cara norte


Ladera norte de Peña Rionda
Una vez superado el cordal volvemos a tener a la vista el valle de Pico Moro, 

Valle de Pico Moro
 Allí tomando el sol y dándole placer a la vista, reponemos fuerzas, ya solo queda bajar la ladera oeste hasta volver al collado de Argovejo, donde nos espera mi viejo compañero de fatigas, que me ayuda a acercarme a las alturas y me ahorra las largas pateadas de aproximación.


Mi viejo y duro compañero en el collado de Argovejo

viernes, 8 de octubre de 2010

En las nubes


Una tarde salí a dar una vuelta hasta Aleje y me metí por el valle de San Miguel, donde se encuentra la ermita del patrón del pueblo

Valle de San Miguel
.Por allí encontré un sendero que por la dirección que tomaba, me dio la impresión que me podía llevar hasta las laderas de Peña Rionda y Pico Moro, recordé que por ahí se encuentra el tejo de Argovejo, un tejo milenario, que hasta tiene su leyenda, de un pellejo de toro repleto de onzas de oro.

Al dia siguiente quería ir a ver el tejo, si de paso encuentro el pellejo, bingo; lo malo es que salio el día con una niebla espesa como puré de garbanzos. Como dicen por aquí, Peñacorada tenia la boina calada hasta los ojos.
Me acerque hasta el valle de San Miguel, la niebla seguía cubriéndolo todo

Valle de San Miguel


Como ya había visto por donde iba el sendero y esperando que la niebla iría desapareciendo según avanzara la mañana continué el camino.

La niebla se escurría de tal forma que iba quedando todo empapado, hasta las telas de araña que encontraba por el camino, haciéndolas brillar en medio de la penumbra, con todos sus hilos resaltados por las gotas de agua



Según gane altura el sendero desapareció y solo veía marcas hechas por el ganado, por las que iba siguiendo siempre ascendiendo, sin tener una noción muy clara de donde estaba exactamente, hasta que de repente apareció sobre mi unas rocas que no sabia que eran.
Después me di cuenta que era el Roscas, me encontraba bastante mas alto de lo que pensaba y mas hacía el norte

Pico Roscas
Pero la niebla seguía cubriendo todo a mi derecha,
Pico Roscas
 Los picos se dejaban entrever como fantasmas entre le niebla

Pico Moro

hasta que el sol comenzó a ganar la batalla

Castil de la Mula 

Ahora al ver los picos ya tenia idea de donde me encontraba así que decidí seguir adelante hasta la collada para tener una mejor visión del panorama

Valle del Esla bajo la niebla

El paisaje empezaba a ser un regalo para la vista, pero al coronar la collada era ya todo un espectáculo el que la naturaleza estaba representando ante mis ojos.

Collada del roscas

Por el otro lado de la collada, la niebla llegaba todavía hasta arriba, pero en pocos minutos empezó a bajar

Collada del Roscas

Sentía un sensación difícil de explicar, el cielo de un color azul intenso, el viento estaba totalmente en calma, el sol mantenía una temperatura muy agradable, el silencio dominaba todo, solo oía mis pisadas robre la hierba seca.
Quise subir a la ladera que quedaba a mi izquierda para tener una mejor visión del paisaje que me rodeaba.
Mirando hacia atrás, por donde había subido, por encima de las nubes, asomaban Peña Rionda, Pico Moro, Peñacorada, el alto de Sotillos

mirando al sur
Al otro lado el mar de nubes era espectacular

El Mampodre sobre un mar de nubes
 Las Pintas se alzaban majestuosas ante mis ojos, por encima de las nubes

Peña las Pintas
Y el espectáculo de picos y nubes que tenia delante de mis ojos, me hizo pensar que algo bueno he tenido que hacer en esta o en otra vida para tener semejante premio.

Roscas sobre las nubes
Me quede un rato contemplado el paisaje mientras las nubes cada vez iban quedando mas bajas.
Volví a bajar a la collada, allí había dejado la mochila y con tanta maravilla junta me habián entrado ganas de pegar un bocado




Roscas
Las nubes se iban disipando poco a poco y mientras almorzaba iba escudriñando por las laderas, a ver si encontraba lo que había subido a buscar, y efectivamente allí estaba, justo debajo de Peña Rionda pude ver el tejo milenario.

Tejo milenario bajo Peña Rionda
Por el valle las nubes también se iban disipando

Pico Moro con Peñacorada la fondo

 También hacia Crémenes se podían ver ya todos los picos bajo un cielo azul entelarañado por algunas nubes para contrastar con el azul

Collada del Roscas

Ya se podía ver Crémenes en el fondo del valle, a orillas del Esla

Crémenes

Había perdido la noción del tiempo y cuando me di cuenta de la hora comencé el descenso hacia Aleje echando de vez en cuando la mirada hacia los picos y hacia el tejo

El Roscas, la Rionda y el Moro
Al fondo ya se ve Aleje

Aleje
 Y me doy cuenta que desde aquí tengo una vista privilegiada del tejo, me despido de él, pero con un hasta pronto, volveré quiero hacerte un primer plano y estar al lado de algo vivo que ha sobrevivido unos 2000 años, lo que habrá visto el arbolito.

Peña Rionda con su tejo